El recorte del riel acuñado. Acuñación a Molino.

En otra carta del mismo día, ésta dirigida a Miguel Muñiz, Superintendente General de las Casas de Moneda, el ensayador mayor expuso larga y vivamente los motivos por los cuales había que acuñar la nueva moneda con volantes, y abandonar la acuñación a rodillo. (…).

El ensayador mayor continuaba explicando:“…Francia usa 70 volantes, cuantos componen 28 a 30 casas de moneda…” (…) “Paréceme muy bien que persuada el interesado de Segovia, que exagere el primor de las monedas ejecutadas (si fuera profesor no lo diría, bien claro se ve lo contrario). Tráigame este señor todo género de monedas hechas en aquella fábrica, hasta el famoso cincuentín… y se verá que aún en esta hermosa moneda, o pieza de dote, o promesa, no se halla un retrato…”. Según el ensayador, la moneda española no llevaba el busto o efigie del monarca por ser “…difícil, y mucho, colocarlos en un cilindro…”, y precisamente ahora Carlos III pretendía colocar el suyo en las monedas de cobre.

Apuntó además, respecto a los cuños de rodillo, que “…cuando se abraza, rompe, o chasca una muñeca, se pierden cinco, siete o más sellos, costando esta mucho más que un troquel…”. (…) “Una muñeca es de triple costa que un troquel, lleva siete sellos, supongamos que está sellando, desgranase una letra en un sello, por esto no deja de sellar, pero es menester escoger entre las miles las monedas malas para fundirlas, o tener el cuidado de no cortarla, o abandonar la muñeca con los seis sellos buenos, lo que trae desfalco, detención y gente… lo cierto es que en los volantes son pocas las que se desperdician…”. Respecto al recortado de las monedas selladas con el rodillo, recordó “…que cuando se hicieron los ardites, no pude conseguir, por más que se repitió el encargarlo desde aquí, que los cortasen derechos, y sin una rebaba cortante…”, citando también unos “…ochavos que cortan los dedos…”. Insistió que todo el proceso era defectuoso, siendo visible en la moneda características tales como “…el desvío de sellos, y mordedura de corte, como cóncavo y convexo, defectos que no pueden suceder en el volante”.

Continuando con los problemas de la acuñación a molino, el ensayador comparó el sistema segoviano con el de Madrid: “…ya al impulso de la rueda de sellar, ya a las manos del grabador cuando hinca el punzón, ya cuando se corta la moneda a donde es preciso arrastrar el retrato, por tener el inconveniente grande las fábricas de molino de cortarlo después de sellado, cuando precisamente se hace aquí al revés, pues se corta y pone el cordoncillo antes de sellar, dificultades que no sé quién las ha de superar sin que los unos instrumentos desbaraten lo que hacen otros…”.

Es más, añadió: “…y dejo aparte que la Casa de Segovia no puede trabajar en casi todo un verano, que sólo por este inconveniente es útil el volante, para que trabaje en este en todo tiempo, y más buenos días lo que laboran las aguas en su tiempo” .

Fuente – El ingenio de Segovia – https://www.segoviamint.org/es/

Corte del riel o lamina metálica

El riel tras ser laminado puede tener el tamaño correcto para el siguiente proceso. Cuando las dimensiones del riel son mayores para realizar adecuadamente un proceso a continuación, este se corta. En principio, se cortaría con tijeras para metal.

El recorte del riel Acuñado

En la Acuñación a Molino, el riel se introduce entre los Cuños Rodillo, para recibir las improntas de los grabados. Se acuña el riel. Para obtener las monedas, hay que recortar el riel. Se puede realizar manualmente (cizallas), o con la maquina recortadora (Tórculo).

Hacía 1551, junto con el inicio de la laminación y acuñación a rodillo en Augsburgo, Alemania, se introduce también el recortado de las láminas con un tórculo recortador provisto de juegos de machos y hembrillas, o Punzón y Matriz Hueca, de tamaño estanda-rizado para cada valor o módulo de moneda. Fuente – https://www.segoviamint.org/es/

Revista NVMISMA – Siempre era conveniente que hubiese la mínima diferencia posible entre el calibre de entrada del riel y el de su salida, pues esto favorecía que hubiese una menor deformación de la elipse grabada en el rodillo. El objetivo era, por consiguiente, utilizar la mínima presión posible en este último paso de laminación en frío, pues este provoca un endurecimiento extremo del metal, lo que no solo causaba frecuentes agrieta-mientos del riel, sino que también dificultaba el posterior troquelado o corte de la moneda. Así mismo, la continua fricción de los cilindros hacía que su temperatura aumentase constantemente, redundando en un prematuro desgaste.

Después de recortar la moneda, del riel acuñado, esta queda con el canto liso. Si la moneda requiere troquelar el canto, entonces se recurre a la cerrilla. En principio, las monedas acuñadas a molino y cerrilladas después de su corte, no parece que dañen los relieves. Así lo dicen, en principio las monedas acuñadas a molino que fueron cerrilladas. Pero hay un texto en la revista Nvmisma que lo corrobora.

La máquina de acordonar es muy sencilla y no produce defectos en la moneda, pero manifiesta con evidencia los que trae de el corte; pues si es mayor el diámetro de la moneda de lo que corresponda, hace platillo, y si los cantos de la moneda no están perpendiculares, imprime con desigualdad el cordoncillo.

El riel se recorta (Tórculo), para obtener las monedas. El proceso de corte afecta a las monedas físicamente.

1) La moneda recortada tiende a ser circular. Circular por la forma de la matriz hueca. Un problema que puede afectar a los procesos de corte es la distorsión del riel. Este problema, puede surgir en máquinas recortadoras, cuya holgura es menor a la adecuada. La moneda desprendida del riel es deformada y su geometría no corresponde con la de la matriz de corte (circular).

2) Rebabas. Recortar el disco acuñado del riel, siempre dejara una rebaba alrededor del borde de una de las caras. En este caso, como se corta el disco metálico ya acuñado (moneda), la moneda presenta esa rebaba en una de las caras producto del corte. El borde de la moneda no tuvo más procesamiento después de que la moneda se cortó de una tira.

Moneda concava y rebabas en el borde.

En principio, la altura de la rebaba se incrementa al aumentar la holgura de corte (distancia entre punzón y matriz hueca) y la ductilidad del riel. Los bordes desafilados de la herramienta de corte del tórculo, aumentaran la aparición de rebabas. La altura, forma y tamaño de la rebaba incidirá en el proceso de cerrillado.

La Acuñación a Rodillo, a veces presenta una ligera concavidad de la moneda con signos típicos de corte en el borde. El desgaste por circulación hará desaparecer esa rebaba y demás signos de corte del canto. Por ello, encontrar piezas con rebabas, delatara su circulación, y ayudara a establecer el estado de conservación.

3) Endurecimiento del borde de la moneda debido al corte. El punzón (de corte) incide sobre el riel acuñado, realizando un esfuerzo perpendicular a su posición. El corte endurece/compacta el metal en el área del canto, fruto de la presión entre el filo de corte y la Matriz (Hueca). Este endurecimiento es negativo para el cerrillado. Puede producir acuñación floja.

¿Para cerrillar el canto, se procedería a un recocido de la moneda?. No hay documentación acerca de ello.

4) Concavidad

Cortar la moneda con el Tórculo deja una rebaba en el borde y signos típicos de corte en el canto. También puede curvar el cospel. La acuñación a rodillo, a veces presenta una ligera curva de la moneda con signos típicos de corte en el borde.

La rebaba delatara la orientación del riel acuñado durante su recorte. ACUÑACION A MOLINO. La orientación del riel acuñado durante su recorte a tórculo.

5) Canto Diagonal

El canto no es liso ni perpendicular al plano del riel. ACUÑACION A MOLINO. El recorte de la moneda. La división del canto.

Revista NVMISMA – La máquina que sirve para cortar las monedas se deberá arreglar del modo siguiente: el Grabador de la Casa deberá de entregar al fiel, o Maestro de Moneda con arreglo a los troqueles que lían de servir para la acuñación, el tamaño ó diámetro de ella. Para otro tamaño o diámetro ajustará el Maestro de Moneda la circunferencia del corte, conformándose en cuanto le fuese posible, y usando de otros dos cortes únicamente en atención al feble y fuerte del permiso. También se procurará en otros cortes, que los machos sean casi perpendiculares, evitando la figura demasiado diagonal que suelen darles, de que resulta la mala impresión del cordoncillo por la oblicuidad de los cantos de la moneda.

6) Redondeado en el borde del canto. Puede ocurrir en la franja lisa, en la cara del riel que se enfrenta a la matriz de corte. Causado por la deformación plástica del riel durante el proceso de recorte. ACUÑACION A MOLINO. El recorte del riel acuñado en Tórculo no afecta a los relieves.

7) Monedas segmentadas y final de riel

Encontrar monedas segmentadas delata el recorte a Tórculo. Las monedas segmentadas presentaran una muesca/falta de metal circular. Los grabados (monedas) están a lo largo del riel (vertical), por ello una moneda segmentada, presentara la muesca circular en la vertical, Segmentada vertical, en la dirección de la acuñación, y delatara la orientación del grabado en el Cuño Rodillo. ACUÑACION A MOLINO. MONEDAS SEGMENTADAS.

Un final de riel en principio, es síntoma de que la pieza ha sido recortada a Tórculo y no ha tijera metálica. En principio, una tijera tendería a dejar mas liso ese borde de riel, sobre todo en sus extremos, por efecto del corte.

Tolerancia de corte

La Matriz hueca debe tener la misma dimensión que la moneda, y el Punzón deberá ser ligeramente menor. La tolerancia de corte del Tórculo es la holgura que se deja entre Punzón y Matriz Hueca, y debe estar uniformemente repartida alrededor del diámetro del punzón. Se trata de minimizar la expansión del metal, debido a la presión del punzón sobre el riel acuñado. Un buen recorte del riel (canto), depende mucho de la holgura. La holgura a su vez depende del riel. Intervienen factores como la aleación, su recocido, grosor, tamaño,…La holgura que se tiene que dejar entre punzón y la matriz hueca, depende de la resistencia al corte del riel. En principio, a mayor dureza de la aleación, mayor holgura requerida. A mayor grosor del riel, mayor holgura se requerirá. A menor tamaño de la matriz hueca (orificio), e igual grosor del riel, mayor es la holgura requerida. El Tórculo producirá un corte correcto estableciendo la holgura adecuada, y la fuerza para ello, será la mínima necesaria. El Tórculo puede sufrir desgastes prematuros o roturas, por la nula o incorrecta aplicación de la tolerancia.

La tolerancia de corte del Tórculo es la holgura que se deja entre Punzón y Matriz Hueca, y debe estar uniformemente repartida alrededor del diámetro del punzón.

Un valor de tolerancia correcta, permite conseguir monedas con el canto bien definido y sin rebabas. Los esfuerzos producidos por el Tórculo, con una tolerancia de corte correcta, no generan desprendimientos de metal ni incrustaciones por la expansión del metal. La presión del metal, que se produce sobre las paredes de corte es la adecuada, sin sobreesfuerzos por excesiva laminación, ni holguras inapropiadas o demasiado acusadas.

a) Tolerancia de corte demasiado grande

Las monedas presentaran, en principio, un canto irregular, con rebabas y pequeños desprendimientos de metal (hojas). El metal deprendido de la moneda, puede adherirse al punzón, o puede dañar/romper el Tórculo, en su área de corte (punzón y matriz hueca).

b) Tolerancia de corte nula o insuficiente

Mayor fuerza para cortar la moneda se necesita, por lo que el tórculo, sufre mayor desgaste en el área de corte. Impide la expansión del metal (riel), presionado entre el Punzón y la Matriz Hueca. Por ello el canto puede presentar una excesiva laminación. Además, por la falta de fluencia del riel ,y el aumento de presión de los elementos de corte, se generan fuerzas de sentido radial sobre las herramientas, hecho que suele acabar con la rotura de éstas.

Publicado por Roberto Ortiz G.

Nací en Pamplona/Iruña (Navarra). Estudie Economía. Aficionado a la numismática.

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